viernes, 25 de enero de 2013

Textos folclóricos


Textos folclóricos, así se denomina el título de este tema y no películas de cuentos que creemos recordar de nuestra infancia. Ese ha sido el primer pensamiento que me ha venido a la mente al hablar de de folclore.
Este tema me ha transportado de nuevo a la infancia por bucear de nuevo en esas historias que me encandilaban en mi infancia, recordar todos esos cuentos que me leían de pequeño o que una vez yo aprendí a leer, leía continuamente y borrar de la mente ese recuerdo de que las películas de Disney eran toda la infancia respecto a cuentos que mantenía en mi memoria.

Partimos de la definición de folclore que a mí siempre me ha sonado a cosa típica de un lugar determinado, como por ejemplo el baile de la jota o el recitado de versos castellanos, estos recuerdos vienen a mí como buen castellano. Esos recuerdos que todos tenemos de cuentos canciones o juegos en nuestros veranos en el pueblo, incluso en nuestros recreos…

Pero claro hablamos de textos folclóricos y comenzamos tratando los temas de folclore literario y literatura folclórica, el primero es textos que provienen de autores desconocidos que se que se han transmitido generalmente de forma oral. Y el segundo es la representación de situaciones de índole folclórica y han sido llevados a cabo por personajes ilustres.
A través de los cuentos escuchados en clase hemos conocido y recordado cuentos de autores como Perrault, los hermanos Grim, Andersen y otros. Pero además hemos conocido detalles de cómo han sido transmitidos y hemos conocido algunas de las adaptaciones que estos cuentos han tenido a lo largo de la historia.

No solo hemos visto cuentos, también la poesía y el teatro de los títeres de cachiporra; canciones y juegos.
Creo que sin duda como he mencionado con anterioridad las adaptaciones de estas historias es lo que más ha captado mi atención, la posibilidad de acercar a todo tipo de lectores y no lectores estas obras con las que tanto he disfrutado, suscita en mi una sensación extraña ya que me gusta innovar en cuento a la tecnología y la entrada de la misma en el aula, pero gracias a este tema  me dado cuenta de que hay clásicos que no podemos desechar como son estos maravillosos relatos y que deben estar de forma física en nuestro aula, quizás la tecnología nos deje leer  libros sin papel, pero un libro siempre tendrá papel y podremos tocarlo y eso es algo que hay que enseñar a los alumnos que hay más cosas de las que conocen solo alzando la vista, que lo antiguo no es algo pasado y menos si es de calidad, siempre podemos trabajar cosas que con nosotros se han trabajado, siempre que sea de una manera adaptada al tipo de persona con la que se trabaja, esta  es una de las grandes  enseñanzas que me ha aportado este tema.

Gracias a las prácticas he podido acabar con el falso mito de que los cuentos folclóricos son esas películas de Disney que todos hemos visto y he podido acercar a los alumnos muchos  nuevos cuentos que yo mismo he leído a los alumnos, normalmente sentados en corro cando ellos escuchaban con gran atención, le he acercado historias de los grandes clásicos y autores menos conocidos, incluso un texto tradicional castellana que se llama la pascuala que tuve que adaptar por la dureza de sus palabras.

 Creo que gracias a estas actividades me he dado cuenta de que un maestro no activo no cabe dentro de la educación y no puede ser que haya gente en las escuelas que vaya para mandar leer a los alumnos mientras se lee el periódico, hay que tener espíritu de búsqueda y querer encontrar siempre lo mejor para nuestros alumno, Así quiero sr yo no importa el esfuerzo si la recompensa es que tus alumnos adquieran el sentido por el cual tú les das clase.

1 comentario:

  1. Ay, Álex... los textos folclóricos son para contar y no para leer.. porque así se han transmitido durante siglos. ¿y la poesía y el teatro?

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