Primer Bloque de una asignatura denominada literatura, un
nombre que según lo escuchamos y entra por nuestros oídos parece que nos
asusta, o un nombre que según lo pronunciamos parece que del cielo fuera a caer
un libro de gran tamaño y nos diera en la cabeza. Esta sensación la tenemos a
causa de las malas experiencias personales que hemos podido tener a lo largo de
nuestra vida a la hora de estudiar movimientos, fechas, autores… y todo ello de
una manera memorística para acabar recitándolo en un examen que seguramente nos
corregiría alguien que no disfrutaba con la literatura y que probablemente nos
diera clase gracias a su amor por la paraliteratura.
Gracias a esta conclusión hemos descubierto que desconocemos
muchísimas cosas sobre la literatura, personalmente he conseguido ver que de la práctica podemos
llegar a la teoría de una forma divertida o entretenida. ¿Os preguntaréis por
cómo es posible si es la primera reflexión de la asignatura? Pues sí, es
posible gracias a un pequeño cambio de mentalidad producido por dejar de pensar
que la literatura son movimientos, fechas, autores…. Sí tristemente ese es el
modelo de literatura que tenía en la cabeza por cómo me han enseñando, pero gracias
a esta asignatura he descubierto que la literatura son maravillosos textos que
encierran cantidad de belleza que pertenecen a autores, fechas, movimientos…
Pero además si estos textos los adaptamos o los utilizamos
adaptados para los alumnos con los que trabajemos podemos hacer que esta
literatura sea comprendida en la justa medida a la edad madurativa de los
chicos con los que trabajemos. No todo queda ahí, que incluso trabajando la literatura de una
forma divertida, a través de juegos y demás herramientas didácticas podemos
hacer que los niños se sientan identificados con las lecturas literarias, y si
además a estos dos ingredientes les añadimos un tercero como una correcta
observación y conocimiento de nuestros alumnos para interpretar cuando una
lectura les gusta, les atrae, se sienten identificados con el personaje y
tienen inquietud por seguir leyendo. Me encantaría en un futuro llevar a cabo
la enseñanza de la literatura utilizando todas estas estrategias, ya que si soy
capaz de llevarlo a buen puerto conseguiré que mis alumnos adquieran un gusto
especial por aquello que a mí de pequeño me hacían vomitar sobre un papel.
A lo largo de mis prácticas he tenido la suerte de
encargarme en muchas ocasiones de la lectura de aula y he podido comprobar que
puedo llevar a cabo esta motivación con la literatura siempre que yo antes me
haya podido motivar a mí mismo. Para ello primero leía yo los textos por mi
cuenta y pensaba alguna actividad, chiste, broma , estrategia que pudiera
acercar más a los alumnos la realidades literarias.
Lo importante es saber que cocinamos un plato delicioso al
que solo le falta un pequeño detalle: un maestro que quiera cocinar, un maestro
que no tenga problema en trabajar para sus alumnos y dedicar tiempo en buscar
textos adecuados a la edad de sus alumnos, un maestro que sepa transmitir que
no toda lectura tiene una enseñanza pero que al leerla aprendemos, un maestro
que sea el mejor vendedor de literatura para sus alumnos, siempre que esta sea
adecuada para ellos. Un maestro que sepa
acercar a sus alumnos la prosa, el verso y el teatro, pero alejándoles de una
mesa y una silla, proponiendo y buscando actividades culturales, salidas a
teatros, bibliotecas mediatecas, introduciendo autores de libros de sus alumnos
en clase, creando libros…
Es decir ser un maestro narrador en el cuento de la
literatura de sus alumnos, en el que ellos son los protagonistas.
Si te puntúo esta entrada te bajo la nota que tenías anteriormente porque no se ajusta (¡para nada!) a lo visto en el bloque 1.
ResponderEliminar¿adaptaciones? ¿de literatura infantil? ¿eso es lo que vimos en el bloque?