El proceso que permite a los niños adquirir
y apropiarse en los primeros años de su vida del idioma de su entorno sigue
siendo motivo de asombro para cualquiera que se interese por la comunicación y
el lenguaje.
La aparente facilidad del aprendizaje y la
impresión de que los modelos adultos que pueden oír estos niños parecen caóticos
sostuvieron durante muchos años la idea de que se trataba de una capacidad
innata que emergía naturalmente en el curso del desarrollo.
Aunque nadie niegue que la adquisición del
lenguaje se construya sobre bases fisiológicas, psicológicas y lingüísticas
fundamentalmente, los estudios dedicados a la observación de las conductas
comunicativas entre madres y niños pequeños han mostrado la existencia de
procedimientos muy elaborados, aunque poco conscientes, que configuran un tipo
de “enseñanza materna” del lenguaje oral que parece ir mucho más allá del
simple aprendizaje de las estructuras superficiales de un idioma concreto. Desde
los primeros intercambios no verbales, madres y niños construyen modelos de conducta
cuya finalidad va explícitamente dirigida a la adquisición y fortalecimiento
del sistema de comunicación más perfeccionado que existe. Este quehacer
conjunto se fundamenta en procesos interactivos cuyo motor principal es la
propia actividad del niño: sus intentos y sus construcciones imperfectas
proporcionan a la madre información para que pueda ajustar su comunicación y su
lenguaje a los intereses y al nivel formal adecuado para el niño. Este ajuste
es fundamental para la retroalimentación y la reestructuración progresiva del
sistema de normas lingüísticas (Snow y Ferguson, 1977; Rondal, 1983, o Moerk,
1983 y 1988).
Conviene, no obstante, recordar que estamos
muy lejos todavía de conocer detalladamente los procesos y mecanismos
subyacentes e incluso si ciertas estrategias -evidenciadas, por ejemplo, en los
errores cometidos y errores posibles no cometidos por los niños- son de
naturaleza cognitiva o específicamente lingüística. Rice y Schiefelbush (1989)
en una obra reciente que agrupa diversos trabajos sobre el tema que encabeza
este apartado, distinguen tres componentes básicos: las características específicamente
lingüísticas, las variables propias de cada niño y las variables del input social.
En algunos casos, este aprendizaje materno
no es posible o no ofrece los resultados esperados dentro de las pautas
temporales habituales: entramos en el campo de la estimulación lingüística.
El lenguaje oral no es una destreza
aislada, se inscribe dentro del conjunto de funciones y conductas que
posibilitan la comunicación y buena parte de las operaciones mentales; si bien
“comunicar algo” parece entrar en el campo de las conductas educables, no es
tan seguro, como lo recuerda Rodríguez Illera (1988) que lo sea también
“comunicar-se”.
Edad 5 años:
Actividad
1: El globo
Objetivo:
Provocar
la relajación del niño utilizando la espiración y la inspiración.
Descripción:
En
este juego los niños se convierten en globos que se hinchan y se deshinchan, el
profesor da la consigna de que tiene una bomba de aire en las manos. Cuando el
profesor bombee aire el alumno hinchará la barriga mientras levanta los brazos.
Cuando el profesor lo indique se pondrán las manos en el vientre y dejarán
salir el aire del globo mientras bajan suavemente los brazos.
Actividad 2: ¡Sopla!
Objetivo: mejorar la
capacidad de soplo.
Descripción: La realización
de actividades en las que se trabajen la tonicidad y movilidad de los órganos
que intervienen en la producción de los fonemas (de los sonidos del habla), es
de gran importancia. Tengamos en cuenta, que para hablar, debemos ser capaces
de tener gran agilidad en la lengua, hacerla vibrar por ejemplo para decir la
rr, tener fuerza, etc. Por ello debemos trabajar todos estos órganos
fonoarticulatorios: labios, lengua, músculos maseteros (se observan al apretar
los molares), músculos buccinadores (las mejillas). Lo haremos con lo que vamos
a denominar praxias.
El soplo está
ligado a la respiración. Práctica en los ejercicios de respiración que vamos
realizar para ello la respiración enseñada anteriormente. Debemos controlar la
dirección y fuerza del soplo.
- Soplar
velas: encendemos velas y le pediremos que las sople. Al principio la distancia
entre la vela y la boca del niño será corta, pero conforme vaya adquiriendo
habilidad en el ejercicio la aumentaremos.
- Pompas:
hacemos pompas de jabón, siempre realizando la respiración de la forma
enseñada.
- Tocar una
trompeta: con una trompeta de las de juguete, pediremos al niño/a que inspire y
sople por la boquilla. En este ejercicio también se suelen trabajar los
músculos buccinadores
(carrillos),
ya que éstos se inflan cuando intentamos soplar con demasiada fuerza.
- Silbato:
haremos pitidos largos y cortos; fuertes y flojos. Los alternaremos. Podemos
poner una hoja con rayas en los que las rayas largas signifiquen pitidos largos
y las rayas cortas, pitidos cortos; podemos usar puntos gordos para pitidos
fuertes y puntos flojos para
pitidos flojos.
- El cuento
del viento:
Había una vez
una niña que tenía una cometa y quería que volara. La niña salió a la calle muy
contenta para hacer volar su cometa, pero tenía un problema: no había viento.
Entonces llegó
Susú y le
preguntó:
- ¿Qué te
pasa?
- Que no puedo
volar mi cometa porque no hay viento.
- No te
preocupes, yo te ayudaré. –Dijo Susú.
Entonces Susú,
inspiró y cogió aire, y empezó a soplar y a soplar. (El/la niño/a hará esto).
La cometa de la niña empezó a volar. Y Susú siguió inspirando profundamente y
soplando. Cuando la cometa estaba en todo lo alto, Susú ya no tenía que soplar
tan fuerte. Así que inspiró un poco de aire y sopló sólo un poco. De pronto la
cometa de la niña se vino hacia el suelo, pero antes de que se cayera, Susú,
inspiró profundamente y sopló, y sopló todo el tiempo que pudo. La cometa
volvió a subir muy, muy alto. La niña estaba muy contenta. Cuando la cometa
parecía que se iba a caer, Susú inspiraba un poco de aire, y soplaba fuerte y
rápido (inspiración poco profunda, soltamos el aire de forma enérgica). Susú y la niña fueron muy amigos y cada vez
que la niña quería volar la cometa, Susú estaba allí para que pudiera hacerlo.
Actividad 3:
Programa fonético-fonológico:
Objetivo: desarrollar una
correcta articulación de los fonemas.
Descripción: Caracuento con praxias orofaciales. Podemos incorporar el trabajo de
las paxias en la lectura de cualquier cuento como si fuese un juego. Se trata
de una actividad que continua lo trabajado anteriormente en los ejercicios de
soplo pero trabajando todos y cada uno de los órganos encargados de la
fonación. Las praxias deben hacerse durante todo el cuento.
Para realizar la actividad solo tenemos que elegir un cuento que nos
permita realizar estos ejercicios, mi propuesta:
Actividad 4:
Programa fonético-fonológico:
Objetivo: conseguir discriminación
auditiva de los fonemas.
Descripción: Recortar dibujos o fotografías de revistas, periódicos, libros…
procurando que en cada recorte quede un solo objeto o ser vivo.
Pegarlos en pequeños cartones o trozos de cartulina.
Clasificar las tarjetas en varios grupos, de acuerdo con el sonido
inicial de cada nombre. Procurar que en cada grupo haya tres o cuatro tarjetas
e incluir a continuación otra que corresponda a un dibujo cuyo sonido inicial
sea diferente.
Entregar cada grupo de tarjetas a un niño. Éste se colocará enfrente
de sus compañeros y mostrará cada tarjeta, al mismo tiempo que dice en voz alta
su nombre. Después de nombrar todos los dibujos, identificará y separará la
tarjeta que corresponde al sonido inicial diferente.
Actividad
5:
El juego de las órdenes.
Programa de morfosintaxis
Objetivo: conseguir la utilización correcta de los verbos
en una frase
Descripción: Se pueden formar
equipos y realizar diversas variantes:
- Un jugador del equipo A da una
serie de órdenes (no más de tres) a un
jugador del equipo B, quien ha de realizarlas correctamente. Por ejemplo: «Levántate y borra la pizarra.» «Pon
las manos sobre la cabeza»...
- Un jugador del equipo A da una
serie de órdenes al oído del jugador del
equipo B, quien ha de realizarlas y, después de terminar, expresar en alto las
órdenes que recibió. El resto de la clase dirá si las ha realizado correctamente.
- Un jugador del equipo A
realiza una serie de actividades. El jugador del
equipo B ha de observar atentamente y decir en voz alta las órdenes necesarias
para que vuelva a repetir exactamente lo que había hecho.
-Un jugador del equipo A da unas
órdenes al oído de un jugador del equipo
B, quien las realiza. Otro jugador de un tercer equipo C debe averiguar, observando las acciones
del jugador del equipo B, cuáles han
sido las órdenes que ha dado el jugador del equipo A.
Actividad
6: Los derivados
Programa de morfosintaxis
Objetivo: Formar derivados.
Descripción: Hacer
distintos tipos de láminas; cada una de ellas constará de un dibujo encerrado
en un recuadro, que será el modelo a partir del cual se elaborarán todos los
demás dibujos para que representen derivados de éste.
El
profesor mostrará la lámina y pedirá a los niños que designen el modelo. A
continuación les dirá: «Todos los demás dibujos representan cosas que se
relacionan con ésta del modelo y que, además, al pronunciarlas suenan
inicialmente igual; vamos a nombrarlas.»
Ejemplo:
En la lámina que proponemos, el profesor, señalando el dibujo del zapato,
preguntará a los niños: «Esto es un...» Los niños responderán: «zapato».
El
profesor continuará: «Todos estos otros dibujos que veis se relacionan con
zapato; uno representa el lugar donde se venden los zapatos, otro representa al
señor que arregla los zapatos, etcétera; además, al nombrarle tienen el mismo
sonido inicial, vamos a comprobarlo.»
El
profesor va señalando los distintos dibujos y los va designando junto con los niños, haciendo especial énfasis al
pronunciar el radical zapato.
A
continuación un solo niño repetirá esta actividad.
Actividad
7: ¡ Digo, dices!
Programa semántico léxico
Objetivo:
desarrollar la fluidez verbal a través del manejo de antónimos.
Descripción: Con niños de más
edad (cinco años) se pueden proponer ya actividades puramente lingüísticas de
búsqueda de contrarios, sin apoyos gráficos o gestuales:
«Dime lo contrario de:
- valiente...
-frío...
- encogido...
-bonito...»
Una modalidad
consiste en realizar competiciones entre equipos. Formar dos equipos. El primer
jugador del equipo A propone una palabra al primer jugador del equipo B, quien
deberá decir el contrario y después proponer un nuevo término para el segundo
jugador del equipo A... Si no sabe, pierde el punto y continúa el segundo
jugador de su equipo. Así hasta terminar todos los jugadores. Gana el equipo
que haya dicho más contrarios y tenga más puntos.
Actividad
8:
Buscar nombres
Programa semántico léxico
Objetivo: aumentar
vocabulario.
Descripción:Familiarizado el niño con este tipo de actividades a
partir de láminas, le podemos proponer directamente ejercicios de formación
de familias semánticas.
Por ejemplo:
-
«Buscar nombres de animales que vivan en el mar.»
-
«Buscar nombres de instrumentos musicales.»
-
«Buscar nombres de edificios.»
-
«Buscar nombres de plantas.»
-
"Buscar nombres de profesiones.»
-
-Buscar nombres de cosas que sirven para viajar.»
-
-Buscar nombres de cosas que se puedan comer.»
Actividad 9: Los detectives
Objetivo: Desarrollar la capacidad de secuenciar.
Descripción: Proponer
a los niños hacer de detectives: tienen que buscar a un niño que se ha
perdido, conociendo los datos de su descripción. Se elegirán sucesivamente dos
niños. Uno es el detective y el otro es quien le hace el encargo de buscar al
niño perdido: «Detective, detective: se ha perdido un niño y sé que está en
esta clase. ¿Me ayuda a buscarlo?» «¿Y cómo es? ¿Cómo va vestido?»
«Es
delgado, pelirrojo y de ojos castaños. Lleva un pantalón...» Quien efectúa el
encargo debe hacer la descripción de uno de los niños de la clase y el
detective debe averiguar quién es.
En
esta actividad comprobarán los niñeros la necesidad de dar datos suficientes en
la descripción de una persona, para lograr su identificación, y cómo es
necesario aportar, junto a los rasgos generales, algún detalle distintivo o específico.
Para
mayor motivación de los niños se puede utilizar un disfraz o un elemento
distintivo de los detectives que aparecen en las novelas policíacas clásicas:
un gabán y un sombrero; una pipa y un sombrero; una lupa y una gorra... El niño
que interprete cada vez el papel de detective se colocará estas prendas
distintivas y después se las pasará al siguiente.
Actividad 10: El juego de los
presentadores.
Objetivo: Desarrollar la capacidad de secuenciar fomentando la imaginación y la creatividad.
Descripción: Proponer
a los niños hacer de presentadores de radio (o de televisión, o de
espectáculos). Han de presentar a los concursantes o participantes en el programa a todos los oyentes o espectadores.
Elegir
dos niños. Uno hará de presentador y otro de participante.
El
presentador, quien tendrá en la mano un palo u objeto a modo de micrófono para diferenciarlo, deberá hacer la descripción del personaje que va a presentar.
Por
ejemplo:
-
«El próximo concursante es (o «tenemos ahora con nosotros», «va a participar ahora»...) un niño moreno, de cinco años, alto, que lleva un pantalón azul...»
En
esta actividad se puede iniciar un esbozo de retrato psíquico:
-
«Es un niño sonriente y alegre.»
-
«Es rápido corriendo y muy aficionado al fútbol.»
-«Es
trabajador y ordenado»..., con lo que además le servirá al profesor para
conocer la imagen que ante los demás compañeros tiene el niño que es
presentado.
La introducción, por muy bonita e interesante que me parezca, no responde a lo que se pedía: cómo es el desarrollo lingüístico de los niños a los que va dirigido el programa, es decir, los niños de 5-6 años.
ResponderEliminarEn cada una de las actividades tienes que especificar qué niveles de la lengua se están trabajando, de forma que quede constancia de que se están trabajando todos ellos. No hay referencia a ellos en 4 de las 10 actividades.
En la actividad 5 no se desarrolla realmente el nivel morfosintáctico porque lo que se busca es la comprensión, por lo tanto se trabajaría el semántico y, como mucho, el pragmático. Me refiero a que cuando hablas "de la utilización correcta del verbo" no hace referencia a su uso dentro de la frase sino a su significado correcto.
La actividad 6 es más propia para 3-4 que para 5-6 años. Si les hablas de que tienen "el mismo sonido inicial" estás trabajando el nivel fonológico-fonético, no el morfosintáctico (aunque sean derivaciones de la misma raiz). Dale una vuelta a cómo se lo presentarías para que se trabajara realmente el nivel que has indicado.
No uses "puntos" en las actividades. Buscamos la cooperación, no la competición (Actividad 7).
La actividad 8 no contiene la explicación de cómo va a realizarse.
La actividad 9 y la 10 son muy similares ya que se usan en ambas a niños de la clase para las descripciones físicas. Tal vez puedas diferenciarlas un poco más ya que, en la última, el componente psicológico solo lo abordas como posibilidad.
La entrada debe terminar con la bibliografía utilizada.